martes, 23 de junio de 2009

La metafísica del Bienestar

O mejor, del Estado del Bienestar...
Porque mientras se cumpla, mientras se cubra todo aquello que iba a cubrirse (y mira que han pasado lustros desde su concepción) aquí ni siquiera quien llora, mama.
Entonces va a ser cuestión de entregarnos a algo más abstracto, vease cualquier Dios, religión o curso de Coach yankie de esos que están tan de moda...
Y esto es pensar que quizá en esa otra vida podramos Vivir... Hace años un profe de filosofía me explicaba que ciertas teorías señalan que quien tiene una vida perra es que en la anterior lo pasó demasiado bien... La putada es que no se acuerdan...
Y mientras tanto, se levantan muros más hormigonados, veo miles de cámaras por todo Madrid, los nadies cada día son más y más nadie...

2 comentarios:

Mister Moquete dijo...

Ya quisiera yo saber qué hice en mis otras vidas, qué haré en las próximas y si ellas sabrán qué hice yo.

Encomiéndate a tí misma: eres la única que puedes salvarte, Olivia.

Si tuviera el honor de escribirte uno de esos cachos del discurso que di en la graduación, mis palabras hacia tí no bajarían del "Genial".

Como ves te firmo desde un blog auténtico, y es que resulta que tenía uno de Enero de 2007 que he "reiniciado".

Si estuviera alguien despierto me diría: "¡mira la hora, por dios!"

Pero como no es así y mi insomnio solo responde ante las patadas, seguiré por aquí.

En fin, ya te dejo en paz que aunque me sienta solo no puedo acaparar! jajaja

Mister Moquete dijo...

Digamos que lo mío es el colofón de 50000 cosas pequeñitas que han ido ocurriéndome y que al final se han embarrado a mi lado.

Estoy siendo autodestructivo y lo sé. No fumo, no bebo, no me drogo y nunca he probado nada de lo anterior. Pero son ya muchas las veces que desearía hacerlo, para perderme entre los humos del tabaco, hundirme en la bebida y soñar en la droga; para olvidar o no pensar.

Soy asíduo de los recuerdos y a menudo me pierdo en ellos. Ahora entiendo que los grandes poetas nunca se fumaron algo raro para escribir sus preciosidades a la vida. Está todo dentro, solo hay que saber sacarlo. Hay que dejarlo salir.

Y salir quiero yo de este calvario, necesito sonreir, dar felicidad y disfrutar de vanalidades como ver el Sol irse y salir desde el tejado de mi casa.

Gracias por la parte que toca, Oli.