Si algo me gusta es vivir.
Ver mi cuerpo en la calle,
hablar contigo como un camarada
mirar escaparates,
y, sobre todo, sonreir de lejos
a los árboles...
También me gustan los camiones grises
y mucho más los elefantes.
Besar tus pechos,
echarme en tu regazo y despeinarte,
tragar agua de mar como cerveza amarga,
espumeante.
Todo lo que sea salir de casa,
estornudar de tarde en tarde,
escupir contra el cielo de los tundras
y las medallas de los similares,
Salir
de esta espaciosa y triste cárcel,
aligerar los ríos y los soles,
salir, al aire libre, al aire.
Blas de Otero
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